Olía…,
a
hierbabuena mi mano
y a
tomillo cercano,
mi piel;
a berro del
arroyo,
apoyo de
mi querer;
nunca
escondido,
para ti
mujer;
Serena…,
serena
¿Te
parece, bien?
JM
Olía…,
a
hierbabuena mi mano
y a
tomillo cercano,
mi piel;
a berro del
arroyo,
apoyo de
mi querer;
nunca
escondido,
para ti
mujer;
Serena…,
serena
¿Te
parece, bien?
JM
Se
despertó la Serena…
ilesa;
con vida
sin herida,
ya, sanó;
oyó a las
alondras,
cantándole
al sol;
anduvo en
lugares extraños
que
hicieron daño,
a su
corazón;
nadie
será como ella,
para
perdonar el dolor;
aunque le dañaran el alma,
sin
compasión;
mujer
sincera
que no
espera, distinción;
tan solo
un poema a deshoras,
que hable
de amor.
JM
Hice caso
al silencio, me callé;
para qué
emitir un juicio
que me
sacara de quicio
y se
mostrara …
como no
es.
JM
Revolucionario
era,
revolucionario
entero;
aprendió
más del joven…
que del
viejo;
a este le
sobraban inquietudes:
al otro,
accesos.
JM
Acabo de
escribir un poema…
no quiero
más;
afloran lágrimas
de vida
que
limpian heridas…
y que
surcan el mar.
JM
Entregué mi vida…
en un poema;
no sé si valió la pena,
pero estoy aquí;
ideando otro,
con la fuerza de un potro
y la belleza, de su crin.
JM